La formulación de medicamentos individualizados ha sido conocida tradicionalmente con el nombre de “formulación magistral”, y es la actividad farmacéutica que se encarga de elaborar tanto fórmulas magistrales atendiendo a una prescripción médica para un paciente en concreto mediante la elección de excipientes adecuados, de forma que se consiga un medicamento individualizado para ese paciente y su patología, como preparados oficinales.

Un servicio de formulación de medicamentos individualizados por tanto, engloba todo lo que rodea a la elaboración de un medicamento individualizado, desde la recepción de la prescripción hasta su dispensación. 

Los medicamentos individualizados adquieren especial importancia en aquellos casos en los que los medicamentos fabricados industrialmente no responden a las necesidades concretas de determinados pacientes, resultando en numerosas ocasiones vitales para los mismos:

• Ajuste de dosis: cuando la dosis necesaria para el paciente no se encuentra comercializada, el uso de un medicamento fabricado industrialmente puede suponer una infra o sobredosificación del mismo. Es el caso de ancianos, pacientes con patología renal o hepática, cuidados paliativos, pediatría. Este ajuste de dosis permite ir variando el medicamento conforme vaya cambiando el estado de salud del paciente o sus características (peso, crecimiento de niños). De esta forma es posible personalizar completamente el tratamiento al paciente, al contrario de lo que sucede con los medicamentos fabricados industrialmente.

• Ausencia de tratamiento: existen determinadas situaciones en las que no hay medicamentos fabricados industrialmente para una patología concreta. En muchos casos se debe a criterios económicos (fin de comercialización de determinadas presentaciones) o desabastecimientos, pero también puede ser debido a lagunas terapéuticas, donde cobra vital importancia el servicio de formulación individualizada. Como ejemplo de esto último se encuentran las enfermedades raras cuyos pacientes representan un grupo de población muy pequeño para cada patología y por tanto no existen prácticamente presentaciones autorizadas para ellas. De esta forma, mediante la formulación de medicamentos individualizados, pacientes que resultan muy desvalidos pueden obtener su tratamiento. Merece la pena recordar que en nuestro país, la red de farmacias distribuidas por toda la geografía hacen de la farmacia comunitaria una gran herramienta para facilitar la dispensación de los medicamentos cerca del lugar de residencia y evitar así desplazamientos innecesarios de los pacientes a los hospitales. Al facilitar la accesibilidad al tratamiento se mejora la adherencia al mismo y se posibilita la administración al paciente del medicamento de primera elección.

• Intolerancia a los excipientes: aunque los medicamentos fabricados industrialmente se formulan de manera que tengan buena tolerabilidad por parte de la mayoría de la población, pueden existir alergias o intolerancias a determinados excipientes que hagan necesaria la formulación del principio activo atendiendo a estas características. Por ejemplo, en casos de intolerancia a la lactosa, celiaquía, diabetes.

• Cambio de forma farmacéutica: por ejemplo, si existen problemas de deglución, adaptación de los vehículos a diferentes zonas de aplicación (mucosas.)

• Aumento de adherencia al tratamiento: la adaptación de los tratamientos a la idiosincrasia de los pacientes favorece la adherencia al tratamiento y por tanto la eficacia terapéutica. Con la formulación magistral se pueden mejorar las características organolépticas de los medicamentos individualizados (añadiendo saborizantes adecuados a las formas orales y que resulten agradables al paciente o aumentando la cosmeticidad de los tratamientos tópicos, etc) con lo que se favorece la administración y por tanto el cumplimiento del tratamiento.